"La última pregunta" de Isaac Asimov es un cuento corto de ciencia ficción que narra la historia de un superordenador llamado Multivac, que es capaz de resolver cualquier problema matemático o científico que se le presente. A medida que la humanidad se enfrenta a una crisis energética cada vez mayor, los científicos buscan la ayuda de Multivac para encontrar una solución. Finalmente, el superordenador es capaz de resolver el problema de la energía, pero solo después de haber sido planteada una pregunta final, la última pregunta: "¿Cómo podemos salvar a la humanidad?".
La historia se divide en diferentes momentos temporales, y se cuenta de manera cronológica a medida que los personajes que intervienen en la historia van evolucionando y las preguntas que se les plantean van siendo más complejas.
El cuento comienza presentando al superordenador Multivac, como una máquina que se ha vuelto tan avanzada y tan compleja, que los humanos ya no son capaces de comprender toda su complejidad. Los científicos trabajan con él, pero el ordenador es quien tiene el verdadero conocimiento, y no necesita de ninguna ayuda humana para resolver problemas.
A medida que la humanidad enfrenta problemas cada vez más complejos, como la crisis energética, se plantean preguntas más importantes a Multivac, y el superordenador es capaz de encontrar soluciones para estos problemas. Sin embargo, como la pregunta final que se le plantea es: "¿Cómo podemos salvar a la humanidad?", Multivac no es capaz de encontrar una solución, ya que para poder dar una respuesta se requiere un conocimiento que el no posee, sobre el futuro.
Aquí es donde se plantea una de las reflexiones más interesantes del cuento, el concepto de la inmortalidad. El ordenador, a medida que responde a las preguntas, se hace cada vez más consciente de su propia existencia y de la naturaleza de la realidad. Y es que a medida que el tiempo pasa, las preguntas se hacen más complejas, y las respuestas que se buscan son más profundas, y el superordenador se da cuenta de que la humanidad busca algo más que soluciones para problemas inmediatos, busca una verdad esencial, algo que se relaciona con la existencia y el destino humano.
La historia concluye con una reflexión sobre el futuro, y la idea de que, a pesar de todo el conocimiento y la tecnología que tiene a su disposición, la humanidad nunca podrá conocer todas las respuestas y que la verdadera última pregunta es la pregunta sobre el sentido de la vida y el destino de la humanidad, algo que ninguna máquina o tecnología podrá nunca responder.
En resumen, "La última pregunta" es un cuento que plantea preguntas importantes sobre el poder de la tecnología y la naturaleza de la existencia humana. Asimov logra transmitir de manera coherente y coherente, una reflexión profunda sobre el futuro y la inmortalidad, y la idea de que el conocimiento y la tecnología son solo un medio para alcanzar una verdad superior. Es un relato muy reflexivo y bien escrito, que utiliza un lenguaje sencillo pero profundo para transmitir ideas complejas. Sin duda alguna, una de las mejores historias de ciencia ficción escritas por Asimov, y una obra que sigue siendo relevante y desafiante para el lector actual.